La información contenida en las siguientes páginas muestra los fármacos de uso más frecuente, los medicamentos beneficiosos y la medicación recomendada en la insuficiencia cardiaca. No pretende sustituir las indicaciones dadas por el médico, la enfermera o el farmacéutico, sino que tiene como objetivo ayudar a los pacientes a entender por qué toman unos determinados fármacos, cuáles son sus efectos en el cuerpo y sus posibles efectos secundarios más frecuentes. En este artículo de Introducción y en los siguientes 10 artículos ofrecemos toda la información que necesita el paciente sobre "Tratamiento con Fármacos de la Insuficiencia Cardiaca".
Aunque existen muchos fármacos cardiovasculares que se utilizan para tratar diversas enfermedades, todos ellos se agrupan en unas pocas familias o categorías. Los fármacos que pertenecen a una misma familia son similares entre sí, pero tiene pequeñas diferencias. El médico elegirá dentro de cada familia o grupo el que considera más adecuado y seguro para cada paciente.
Un mismo fármaco puede tener diferentes nombres. Cada fármaco tiene sólo un nombre oficial (llamado nombre genérico) y, generalmente, muchos nombres comerciales, que corresponden al mismo fármaco fabricado por diferentes compañías farmacéuticas. Así, cuando el médico prescribe un fármaco puede utilizar el nombre genérico o alguno de los diversos nombres comerciales, pero la medicación que está recibiendo el paciente es la misma. En ocasiones, dos fármacos distintos (dos nombres genéricos) se combinan en una misma pastilla, que se comercializa bajo un determinado nombre comercial. De esta forma se logra disminuir el número de pastillas diferentes que tiene que tomar el paciente cada día.
En la insuficiencia cardiaca, la combinación de diuréticos, IECAs y algunos tipos de betabloqueantes permite disminuir los síntomas (dificultad para respirar, cansancio y acúmulo de líquido en las piernas, entre otros) y aumentar la supervivencia de los pacientes. Si los IECAs no deben ser administrados por algún motivo, pueden usarse los ARA II. Un tipo especial de diuréticos, los ahorradores de potasio (espironolactona, eplerenona), son también beneficiosos. En algunos pacientes resulta útil el tratamiento con nitratos y vasodilatadores (fármacos que dilatan las arterias coronarias). En ocasiones se emplea además la digoxina.
La mayoría de los fármacos deben tomarse todos los días (habitualmente una o dos veces al día, y en ocasiones incluso con mayor frecuencia) para lograr un efecto continuado en el organismo. El no cumplimiento del tratamiento, ya sea por su abandono o por su toma de forma irregular o inadecuada, es una causa frecuente del empeoramiento de los síntomas o de la aparición de un nuevo episodio de enfermedad.
El médico establecerá en cada fármaco la dosis que considera más apropiada para lograr sus efectos beneficiosos, y que a la vez sea adecuada y segura para cada paciente. La respuesta del paciente a una determinada dosis es difícil de predecir, por lo que a veces el médico comenzará con una dosis de prueba y la irá ajustando en las sucesivas visitas médicas hasta lograr el efecto deseado, evitando al tiempo la aparición de efectos secundarios. Con frecuencia, el médico necesitará tomar la tensión arterial, la frecuencia del pulso o realizar analíticas para conocer la dosis adecuada del fármaco.
Todos los fármacos pueden producir efectos secundarios (también llamados indeseables o adversos), que se manifiestan por la aparición de síntomas nuevos, cardiovasculares o no, tras iniciar la toma de la medicación. La mayoría de los fármacos cardiovasculares son seguros y bien tolerados, por lo que es raro que produzcan efectos adversos graves. Sin embargo, los efectos secundarios leves son relativamente frecuentes, por lo que es muy importante que el paciente conozca aquellos más habituales que puede producir la medicación que está tomando. Si aparecen efectos adversos a consecuencia de la medicación, el paciente no debe abandonar el tratamiento, pues podría ser incluso peligroso. Lo correcto es consultar con el médico sin demora, quien decidirá la actitud más adecuada que hay que seguir (suspensión de la medicación, disminución de la dosis, cambio del tratamiento, etc.).
En los 10 artículos siguientes ofrecemos una amplia información sobre "Tratamiento con fármacos de la Insuficiencia Cardiaca":
- Diuréticos (Seguril®, furosemida, torasemida, tiazidas) en la Insuficiencia Cardiaca. Retención de líquidos
- IECAs (enalapril, ramipril) y ARA II (candesartán, valsartán) en la Insuficiencia Cardiaca
- Sacubitrilo/valsartán (Entresto®, Neparvis®) en la Insuficencia Cardiaca: información para Pacientes
- Carvedilol, Bisoprolol, Nebivolol, Metoprolol. Betabloqueantes en la Insuficiencia Cardiaca
- Espironolactona y Eplerenona (Antagonistas de la Aldosterona) en la Insuficiencia Cardiaca. Ginecomastia
- La Digoxina en la Insuficiencia Cardiaca. Digoxinemia. Intoxicación por digoxina
- Anticoagulación: Sintrom, heparina. Control del INR. Insuficiencia Cardiaca
- Antiagregantes plaquetarios (Aspirina, Triflusal, Clopidogrel) en la Insuficiencia Cardiaca
- Colesterol y Triglicéridos. Insuficiencia Cardiaca. Estatinas, fibratos, omega 3. Atorvastatina...
- Verapamilo, diltiazem, amlodipino, amiodarona (Trangorex), nitroglicerina, ibravadina...
En otros artículos tratamos el "Tratamiento NO farmacológico - Otros tratamientos de la insuficiencia cardiaca".