Existen otras pruebas que permiten estudiar el corazón de los pacientes con insuficiencia cardiaca. Aportan información adicional a la que se obtiene de las pruebas anteriormente explicadas.
Ecocardiograma de estrés: Consiste en realizar un ecocardiograma normal, pero durante el mismo se le inyecta al paciente una medicación que hace que el corazón se acelere. Es como hacer una prueba de esfuerzo (el ejercicio acelera el corazón) pero estando tumbado. Al obligar al corazón a latir más rápido podemos detectar zonas del músculo cardiaco que tienen un aporte de sangre insuficiente. Por lo tanto, el ecocardiograma de estrés se dice que es una “prueba de detección de isquemia” (detecta zonas del corazón con mala irrigación, isquémicas). Otras pruebas de detección de isquemia son la ergometría o prueba de esfuerzo, y las pruebas de medicina nuclear que veremos a continuación.
Pruebas de medicina nuclear: Se le inyecta al paciente un isótopo radiactivo, pero en pequeñas dosis para que no tenga ningún efecto dañino en el cuerpo. Este isótopo viaja hasta el corazón, y nos señala las zonas del músculo sanguíneo que reciben poca sangre. En esta prueba también es necesario acelerar el corazón, por lo que se le administrará al paciente por la vena una medicación que taquicardiza el corazón. En los pacientes con insuficiencia cardiaca también es útil pues permite medir con gran precisión la fuerza de contracción del corazón.
TAC coronario: Utiliza rayos-X, es como hacer muchas radiografías del corazón en pocos segundos y luego juntarlas todas para obtener una imagen completa del corazón en tres dimensiones. El TAC coronario se utiliza fundamentalmente en la actualidad para el estudio de las arterias coronarias, pues puede detectar si hay alguna obstrucción en su interior. Es por lo tanto una alternativa a la coronariografía. Sin embargo, en muchos pacientes sigue siendo necesario en la actualidad realizar la coronariografía y no el TAC, pues con el cateterismo se visualizan mejor las arterias del corazón en los pacientes más complejos. Además, hay que recordar que la coronariografía no sólo es diagnóstica sino también terapéutica, pues permite la colocación de “stents” para limpiar las arterias coronarias, lo que no puede realizar el TAC.
Estudio Electrofisiológico: Para el paciente, su realización es semejante a la de un cateterismo. Se introducen una serie de catéteres por la ingle, pero esta vez por la vena femoral en vez de por la arteria femoral. De esta forma se llega al lado derecho del corazón (aurícula y ventrículo derecho). Allí se obtiene un mapa de la actividad eléctrica del corazón. Gracias al conocimiento de dónde se genera y por dónde viaja la electricidad en un determinado paciente, es posible curar ciertos tipos de arritmias. Así ocurre con la fibrilación auricular, el flúter auricular y, en ocasiones, taquicardias ventriculares malignas, entre otras muchas. A este tratamiento se le denomina Ablación con Radiofrecuencia.
Biopsia endomiocárdica: En pacientes que presentan enfermedades cardiacas difíciles de diagnosticar se realiza una biopsia del músculo cardiaco. Para llegar al corazón se utiliza el cateterismo, y una vez allí se extraen pedazos pequeños del músculo cardiaco mediante unas pinzas situadas en la punta del catéter. En los pacientes con insuficiencia cardiaca que han necesitado un trasplante de corazón también hay que realizar una biopsia endomiocárdica cada cierto tiempo, para ver si el corazón “nuevo” está siendo rechazado.