El ecocardiograma o ecografía del corazón es una técnica de imagen que utiliza ultrasonidos, y permite visualizar la forma, el tamaño y la función del corazón y de sus válvulas.
Es completamente inocua para el paciente, por lo que se puede repetir la prueba tantas veces como sea necesario. Hay que realizar un ecocardiograma a todos los pacientes con insuficiencia cardiaca, al menos una vez, para poder realizar el diagnóstico.
El ecocardiograma se realiza habitualmente colocando un aparato pequeño (llamado sonda o transductor) en el pecho del paciente. A esto se le llama "ecocardiograma transtorácico". Esta sonda se coloca en varias zonas del pecho para así poder ver el corazón desde distintos puntos, y que no se escape ninguna anomalía (es como cuando colocamos varias cámaras mirando a un mismo punto para ver distintas perspectivas de un mismo objeto o lugar).
En ocasiones la imagen que se obtiene a través del pecho del paciente es muy mala, de muy baja calidad: porque el paciente está obeso, porque tiene enfermedades pulmonares que “tapan” el corazón, o también en personas completamente sanas pero con un corazón difícil de ver. En estos casos se utiliza lo que se conoce como “ecocardiograma transesofágico”. Ya no se utiliza una sonda que se coloca en el pecho, sino que la sonda se introduce por la garganta, se la traga el paciente, y una vez que está en el esófago se obtiene una imagen muy nítida y definida de todo el corazón (pues el esófago está justo detrás del corazón). La sonda que se introduce por la boca es semejante a la que se emplea al hacer una gastroscopia (“las gomas” que se introducen por la boca para ver el estómago). Para que sea lo menos molesto posible para el paciente se aplica antes anestesia local con un espray en la boca y en la faringe (por donde pasa la sonda). El paciente debe ir en ayunas para que se le pueda hacer una ecografía transesofágica.
Para establecer el diagnóstico de insuficiencia cardiaca es necesario que al paciente se le haya hecho un ecocardiograma. El diagnóstico certero de insuficiencia cardiaca sólo se puede establecer cuando el paciente tiene síntomas (disnea, etc.) y/o signos (edemas en piernas, etc.) característicos de la enfermedad, y además presenta en el ecocardiograma una alteración de la función sistólica (de la contracción) o de la función diastólica (de la relajación) del corazón. Sólo la suma de síntomas/signos de insuficiencia cardiaca junto con un ecocardiograma anormal permiten establecer un diagnóstico definitivo. En los casos dudosos el resto de las pruebas nos pueden ayudar a confirmar o descartar el diagnóstico: electrocardiograma, radiografía del tórax, analítica, etc.
La ecografía del corazón no sólo permite confirmar el diagnóstico, sino también establecer qué tipo de insuficiencia cardiaca tiene el paciente: si el ventrículo izquierdo late débilmente se trata de una insuficiencia cardiaca sistólica (el problema está en la sístole o contracción del corazón); si el ventrículo izquierdo se contrae con normalidad hablamos entonces de una insuficiencia cardiaca diastólica (lo que falla es la diástole o relajación del corazón -también se denomina insuficiencia cardiaca con función sistólica preservada-); el ecocardiograma nos muestra también la función del ventrículo derecho, y si es anormal puede explicar que el paciente tenga insuficiencia cardiaca derecha.
La ecografía permite también estudiar la forma y el funcionamiento de las válvulas del corazón (válvulas mitral, aórtica, tricúspide y pulmonar). La ecocardiografía “doppler color”, “doppler pulsado” y “doppler continuo” son técnicas especiales que se usan de rutina al hacer una ecografía del corazón, y que nos muestran cómo se mueve la sangre dentro de las cavidades cardiacas.
El ecocardiograma doppler color, doppler pulsado y doppler continuo nos permiten estudiar las anomalías en la circulación de la sangre dentro del corazón, provocadas habitualmente porque una o varias válvulas se encuentran enfermas. El ecocardiograma puede detectar con facilidad la estenosis y/o la insuficiencia de las válvulas cardiacas, así como otras alteraciones más complejas de su funcionamiento. Tanto las estenosis como las insuficiencias valvulares pueden causar insuficiencia cardiaca.